Guarda tus joyas separadas para evitar que se rayen.
Evita contacto con químicos, productos de limpieza, perfumes, cremas o similares.
No las uses en piscina o en el mar, baños termales o similares, el cloro y la sal dañan las gemas y color del metal de forma irreversible.
Usa un paño seco y suave para limpiarlas periódicamente.
Cada cierto tiempo puedes enviar tus joyas de oro amarillo de 18 kilates u oro blanco a limpiar, pulir o rodinar a nuestro taller para mantener su brillo y calidad.
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